martes, 29 de noviembre de 2011

LA EVALUACIÓN

“Qui es queda fixat amb la rutina en el que sempre ha fet i no camina i pot ser s’equivoca, difícilment pordrà ajudar a la majoria d’alumnes a viure de manera responsable”
Muchos de nosotros siempre han tenido la mentalidad que la evaluación era sobre los exámenes. Puntuación de los exámenes y mediante eso se sacaba una nota global. Ahora no debemos entenderlo así, ahora no se eligen los “mejores”, sino que el campo de la evaluación es mucho más extenso y complicado. Como consecuencia de este pensamiento lo que provocamos son las estrategias de aprendizaje utilizando la retención más o menos mecánica y a corto plazo y no en la comprensión profunda de los correspondientes contenidos. La cuestión no es aprobar o no aprobar sino como ha conseguir y asimilar un contenido de aprendizaje que ha podido juzgar como indispensable para su desarrollo personal.

Primero de todo nos formulamos unas preguntas al no conocer exactamente que entendemos por evaluación: ¿Para que debe servir la evaluación y quienes y cuales deben ser sus objetivos de estudio? ¿La evaluación debe servir para sancionar al alumno según los objetivos adquiridos o para acreditarlos? ¿O quizás debe servir para ayudar al alumno, estimularlo, conocer como este aprende o cuales son sus dificultades o sus mejores estrategias de aprendizaje?
La evaluación podríamos decir que se dirige a todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Existen tres variables las actividades que promueve el profesorado, las experiencias que realiza el alumno y los contenidos de aprendizaje. Son tres determinantes para el análisis y comprensión de todo lo que sucede. Entendemos la evaluación como un proceso que analiza el aprendizaje y las estrategias para conocer una unidad de intervención pedagógica y las consecuencias.
El objetivo importante de la evaluación consiste en averiguar el grado de aprendizaje adquirido en cada uno de los distintos contenidos de aprendizaje que configuran la competencia, las capacidades que un alumno o alumna ha adquirido para dar respuesta a situaciones mas o menos reales, problemas o cuestiones que tienen muchas probabilidades de llegar a encontrar.
En la evaluación de las competencias se tienen en cuenta la evaluación de la capacidad de comprensión y análisis, capacidad de conocimiento y selección del esquema y la evaluación de la respuesta ante la situación-problema.
La Evaluación tiene varias etapas:
  • Recoger información
  • Analizar la información y emitir un juicio
  • Tomar decisiones sociales (clasificar, orientar,…) o decisiones de tipo pedagógicas (“a aprender mejor”)
La evaluación formadora es la que el propio alumno realiza la evaluación, es decir, autoevaluarse.
“La inteligencia humana juega con dos funciones”:
  1. producir ideas, cálculos, programas,…
  2. La evaluadora (saber que lo que hacemos es correcto)
Todo esto ayuda a que los alumnos puedan ser competentes, que sean capaces de evaluarse y de tomar decisiones para seguir avanzando.
También existen unas condiciones que aun no las llegamos a cumplir exactamente:
  1. Perseguir los objetivos que se quiere llegar a conocer.
  2. Evaluamos muy bien los resultados pero no la planificación.
  3. Tener claros los criterios de evaluación.
Lo más importante no es evaluar las notas sino también la planificación es importante. Si nosotros no tenemos bien claros los criterios de evaluación ellos tampoco los tendrán claros y no podrán avanzar.
Estas tres condiciones están en la base de todo. El momento de la evaluación se podría decir que es  la capacidad de evaluarse y ayudar a regular si están persiguiendo el objetivo y si entienden los criterios de evaluación.
Es importante partir de ideas previas para compartir objetivos. “La persona mas lenta que no pierde de vista la finalidad de lo que hace, va mucho mas rápido que el que avanza sin perseguir un punto fijo” Rapidez es a veces perder el tiempo.
Se debe anticipar y planificar la acción. Hay quienes tienen los conocimientos y hay quienes necesitan mas ayudar para obtenerlos. Hay alumnos que no tienen la posibilidad de aprender socialmente. 
Por todo esto hay que cambiar los pensamientos de la evaluación, ya que son la clave. Sin evaluación no podríamos decir que estamos avanzando y adaptándonos. “Si no se cambia la evaluación no cambia nada”

No hay comentarios:

Publicar un comentario